Otoño Invierno 2019
COLORES
Se confirma para la próxima temporada la vigencia de colores clásicos pero en una expresión más colorida. Es decir con mayor pigmentación y más vitales. Existe una clara tendencia por quitar temporalidad a los colores.
De manera que no haya solamente tonalidades específicas de invierno y verano. Se trata de flexibilizar la tradicional concepción para un uso más libre y estético del color. Con este criterio se incorporan a la paleta de invierno numerosos tonos frescos y claros como amarillos, lilas, verdes, rosas, celestes y beiges, culminando con el blanco de importante presencia.
También se destaca la participación de los rojos, sobre todo los sensuales e intensos, representados por el rojo pasión, amapola y frambuesa. Las alternativas más oscuras están a cargo de los bordó, uva y Marsala.
Las gamas de menor luminosidad comienzan por los negros -azabache, humo, azulado, antracita, grafito, pizarra, etc.- seguidos por marrones como café, chocolate, canela, castaño, bisonte y otros. Con fuerte pigmentación, se muestran los violetas púrpuras, el verde mar y azul cuarzo. En el rango de tonalidades medias encontramos distintas opciones en grises, tales como aluminio, ceniza y plomo; acompañados por pasteles amarillentos como rafia, vainilla y almendra.
En síntesis, la paleta cromática reconoce su origen en los clásicos pero se renueva a través de innovadoras fórmulas con pigmentaciones que suman vitalidad y energía a la tradicional propuesta invernal, caracterizada por su baja luminosidad y limitadas opciones. El propósito es contrarrestar el frío invernal con una mayor utilización de colores cálidos.