En el resumen de la tendencia, encontramos distintas opciones cromáticas, pero lo principal es entender el concepto del color en cuanto a su expresividad y en función a las características del producto a elaborar.
La nueva paleta elige luz, color y elegancia, con preferencia por tonalidades florales, románticas, frutales, frescas y naturales, en versiones pasteles. Delicados naranjas, suaves y medios, junto a rosados, lavandas, verdes claros y mantequillas estarán entre los predilectos.
Para alternativas algo más saturadas, se proponen el azul Caribe, calabaza, verde lima, rojo coral y beige cremoso (Mocha Mousse).
Azul índigo, verde botella y violeta púrpura, están entre los de menor luminosidad, pero con mayor prestación de elegancia.
Completa la propuesta el radiante blanco óptico, más brillante y puro, para productos exclusivos.