El furor del DENIM en verano. ¿Seguirá en invierno?
El denim, tela vaquera o mezclilla cada vez gana mayor protagonismo en la moda actual, ya que es adoptado por las principales marcas internacionales, para incluirlo en exclusivas colecciones de indumentaria, y también de calzados.
Las nuevas tecnologías, la creatividad y mayor contenido en diseños, son los factores que han valorizado este material y han generalizado su uso.
Más allá de su clásica textura y de su color índigo original, el denim es un tejido de algodón de gran resistencia y durabilidad, que se caracteriza por su trama en sarga. Últimamente salió de los emblemáticos colores azules, celestes, grises y negros, para recrearse en tonos no tradicionales -terracota, verde oliva, naranja, crudo, violeta y muchos más- además de incorporar originales motivos -rayados, florales, geométricos, etc.- junto a los conocidos acabados desgastados, desteñidos y derruidos.
Toda una reversión, para un material que históricamente nació para ropa de trabajo, y que ahora la moda le abre las puertas, y emprende un camino de notable crecimiento en el mercado de la indumentaria.
Su nombre proviene de la ciudad francesa de Nîmes, donde en el siglo XVII, se producía el tejido llamado la “serge de Nîmes”, que con el tiempo derivó en “denim”. A mediados del siglo XIX llegó a Estados Unidos, donde Levi Strauss lo popularizó como prenda de trabajo para los mineros de California. Luego, con el agregado de remaches metálicos para reforzar los bolsillos, surgió el icónico jean, que conocemos en la actualidad.
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