Según los últimos informes de los centros internacionales, dedicados a la investigación de moda, en el próximo Otoño-Invierno 2022 los colores se expresarán a través de una gama muy versátil que se adapta a distintos estilos de vida, donde predominarán los tonos enérgicos y edificantes, algo más brillantes y menos moderados que en el invierno pasado.
La paleta cromática será optimista y refleja el entorno natural, con una nueva perspectiva en la aplicación del color, donde la fantasía y el glamour se combinan para revisar el pasado y fortalecer la conexión con la naturaleza.
La tendencia va desde colores fuertes como el amarillo -Illuminating- y el rojo Alerta hasta los neutros, como beiges y grises.
Los verdes tendrán un papel preponderante mediante el Leprechaun, levemente azulado y elegante, y el oliva sobrio y refinado.
Por parte de los beiges y terrosos, habrá una generalizada participación, que conforman un amplio abanico que se inicia con los más pasteles y básicos, tales como el Soybean -soja- o el pálido Pale, culminando con los cálidos y otoñales Adobe y Root Beer -cerveza-.
La línea de los rojos se enciende con el fucsia Fedora, vibrante, intenso y seductor, seguido por el ardiente y enérgico Fire Whirl, para finalizar en los rosas pálidos, delicados y románticos.
Entre los azules, se destacan el Mikonos Blue, un tono marino intenso y a la vez relajante, al igual que el Spring Lake, calmo y elegante, y el Ibiza Blue, que rememora el entorno de las islas mediterráneas.
En opciones oscuras, además de las distintas tonalidades de negros, a menudo suavemente pigmentados, se propone al exclusivo Rhodonite, un púrpura intenso, profundo y misterioso, que adquiere su máxima elegancia sobre terciopelos y lanas.