En el calzado actual se observa una convergencia estética de distintos orígenes: retro, clásicos, futuristas y deportivos, que definen estructuralmente el producto por su uso.
Es probable que, en las colecciones de ballerinas, mocasines, acordonados, botas, botinetas y zapatillas aparezcan algunos de estos estilos, que confluyen en un modelaje básico, que privilegia el confort y la funcionalidad sobre lo estético.
Entre las pautas generales, se advierte la presencia de mayores volúmenes en suelas y hormas, preferentemente sobre líneas bajas y medias, con un buen acompañamiento del color, con más diversidad de tonalidades, sobre todo cálidas.
Dentro de la tendencia hay estereotipos que marcan el rumbo, como son los modelos bajos Mary Jane, con presilla transversal; las botas y botinetas clásicas y vaqueras; las recreaciones Dr. Martens; el athleisure y deportivo tecno, entre otros. Con el fin de la pandemia y la reapertura social, se ha revalorizado el outdoor, que tiene generalizada influencia en el modelaje de invierno.