Concepto General Otoño/Invierno 2026
El calzado de invierno demanda confort, protección y abrigo, por lo tanto, las estructuras cerradas de ballerinas, Mary Jane, mocasines, zapatillas, botinetas y botas serán las más utilizadas. Con diseños que proponen una notoria interacción y fusión entre distintos estilos: clásico, retro, militar, deportivo, esquí y outdoor, entre otros. Muchos modelos tradicionales revalorizan sus diseños a través del uso de nuevos materiales y originales combinaciones de colores. Se advierte una mayor presencia de botas con cañas largas, mientras las botinetas mantienen un look clásico, con detalles vintage y motorcycle, por ejemplo. Prosigue el auge de las zapatillas, esta vez reforzado por la mayor oferta de sneakerinas -mix de ballerina con deportiva-, o por las botinetas boxing, de cañas y cordoneras extendidas, inspiradas en ese deporte. El modelaje alto femenino en zapatos, botas y botinetas, adopta alternativamente tacones finos y estilizados, así como voluminosos, siempre con la consigna de preservar la elegancia del modelo.
Prevalecen los materiales cálidos, opacos y voluminosos, a menudo acompañados por brillos metalizados y charolados. En el primer caso, gamuzas, nobucks, envejecidos y pieles lideran las preferencias, en terminaciones lisas y texturadas, secundadas por textiles y paños con cualidades de abrigo. Los materiales con pelo contarán con buen uso, sobre todo los estampados vacunos, pony y cebras. Los cueros naturales, de buen espesor, son muy flexibles y suaves al tacto, exhibiendo su porosidad original, como el caso del graneado floater. No obstante a la mayor oferta de acabados lisos, también se proponen grabados reptiles -pitones y crocos-, gofrados retro, patrones geométricos y rayados, a menudo en versiones bicolores. También serán de intensa aplicación las lanas, telares artesanales, paños antiguos, matelassés, terciopelos, corderoy, tweeds, gabardinas, franelas y doble frontera. Además de los acabados lisos y propios, hay nuevos desarrollos en estampas y colores. Otros tejidos con mayor contenido tecnológico, impermeables y antirasgado, serán utilizados en calzados con mayor requerimientos de duración y rendimiento.
Para ballerinas se mantienen las suelas delgadas y flexibles, mientras que para mocasines se observa mayor presencia de volúmenes y perfiles track. Para botas y botinetas, prosiguen los fondos clásicos con tacones separados, sugeridos o flats, también de buen volumen, a veces con viras en contraste. Se advierte una mayor apertura en el color de las suelas, en función de integrarse al conjunto del modelaje. De allí la aparición de nuevas tonalidades, más allá de los tradicionales negros, marrones y grises. Para zapatillas, continúan las clásicas suelas con bandas, de distintas alturas, y sutiles innovaciones en texturas y molduras. Aunque la tendencia de zapatillas retro ha despertado el resurgimiento de suelas delgadas, en algunos casos con punteras, taloneras y empeines envolventes. Los fondos inyectados para calzados casual, presentan estructuras ergonómicas para mayor confort. Asimismo, la reaparición del outdoor, demanda suelas más tecnológicas, en materiales diferenciados y diseños más funcionales. En el calzado femenino bajo, medio y alto, las puntas cuadradas aparecen como una opción de renovación.
La atemporalidad en el uso del color, da mayor libertad creativa a los diseñadores, y a partir de allí, surgen nuevas tonalidades y combinaciones. Si bien la paleta demuestra la predominancia de marrones y negros, también se incorporan otras opciones no tradicionales, como son los verdes, azules y rojos.
En particular, los marrones ofrecen nuevas versiones más cálidas, cremosas y profundas, en donde se destacan el marrón naranja, marrón mousse y chocolate.
Los verdes y azules, además de sus tonos clásicos, exploran interesantes fusiones que arrojan verdes azulados muy atractivos y elegantes. Los azules decididamente en tonos pasteles medios, ofrecen alternativas sofisticadas y apacibles, que con el ingreso del rojo se transforman en enérgicos violetas, de contenida luminosidad y refinado lujo.
En líneas generales, la tendencia señala la vigencia de colores tradicionales, explorados para extraer nuevas tonalidades, que sorprendan visualmente y renueven la estética.
Si bien aún persiste el uso monocromático del color en calzados, la mayor presencia de combinaciones, permite sumar expresividad a los productos.
