Concepto General: Primavera Verano 2024·25
Confort y versatilidad, sin resignar elegancia, son el precepto básico para el modelaje de la próxima temporada estival. Esto significa estructuras simples y cómodas, donde la creatividad y la estética, introducen detalles de innovación que reinventan la visual de los productos. Se imponen las líneas bajas, de chanclas, sandalias, mules, ballerinas, mocasines y deportivas, que aportan flexibilidad y liviandad. Y en ciertos casos, jerarquizadas por la presencia de ornamentos y materiales sofisticados.
El concepto Birkenstock, vuelve a ser un fuerte referente en la tendencia. La mayor oferta de ballerinas, con o sin presilla transversal (Mary Jane), se ofrece como alternativa a las zapatillas, mientras éstas, prefieren un modelaje más casual y urbano, que deportivo. En alturas, zuecos con plataformas y sandalias con tacones altos y estilizados, se complementan con modelos destalonados con tacones kitten (chupete bajos) o flats. Los avances tecnológicos en materiales y procesos, han generado un incremento de productos inyectados, con diseños industriales.
La consigna: frescos y artesanales. Para ello, se adaptan los tejidos abiertos como redes, mallas, tules, crochets y mesh, junto a entretejidos, rafias, trenzados y perforados. Los acabados opacos y naturales se contraponen con destacados charoles y metalizados intensos, como plata, cobre y oro claro, en versiones espejadas o envejecidas. Por otra parte, perduran materiales propios de invierno, como pieles y pelos, incluidas las gamuzas peludas, telas towell (toalla), corderoy y terciopelo. Responden a la exaltación de volúmenes y texturas en los materiales. Creciente uso de las telas jeans o denim, en diversos acabados y colores, más allá de los tradicionales. Otros algodones, tales como lonetas, brines, panamá y lino, lisos y estampados, contarán con buena aplicación. Motivos rayados, florales y decorativos retro, serán los más utilizados, mientras satinados, rasos y metalizados también estarán entre los preferidos. En accesorios, hebillas, pasadores, tiras tubulares y cuerdas, cuentan con buenos pronósticos de demanda para calzados de temporada.
La inagotable propuesta de calzados bajos abiertos -chanclas, sandalias, ojotas y mules- ha consolidado los fondos de confort, con plantilla acolchada y/o anatómica, como parte del kit suela-plantilla. Los desarrollos a partir de este concepto, reconocen su origen en el estilo Birkenstock. En espesores de 1 a 4 cm promedio, se ofrecen fondos con tacos o flats, que se conjugan estéticamente con las capelladas. Otro referente de suelas, es el revival de Dr. Martens, que impone importantes volúmenes, perfiles trackeados y viras con costuras en contrastes. Estos fondos, junto a los chunky, se incorporan en mocasines, zuecos y sandalias, con buen suceso.
Para líneas casual y deportivas urbanas, las suelas con bandas amplían sus posibilidades a través de nuevas molduras laterales, alturas, colores y texturas. Al respecto, ha crecido la presencia de molduras verticales y similares en las bandas.
Continúa el estilo chunky robusto para calzados fashion, mientras que para deportivas la marca suiza On Running, introduce las suelas con orificios transversales, como tendencia.
La paleta cromática para calzados de verano, se caracteriza por la presencia de tonos pasteles, naturales y frutados. Son amigables y estimulantes. Beiges, celestes, rosas, salmones, lilas y verdes claros, figuran entre los más usados. Le sigue una serie de saturados vibrantes, como rojos, naranjas, amarillos, verdes y azules.
La cuestión, pasa por personalizar e innovar sobre las combinaciones, más allá de las alternativas de productos monocolores. La total libertad de elección, sin prejuicios y preconceptos, promueve investigar y descubrir nuevos efectos visuales, a través de originales combinaciones, que renueven los modelos. Así, las opciones a partir de los básicos se multiplican, y aparecen tonalidades que colaboran en caracterizar los productos. Tonos medios de grises, verde oliva, durazno beige, azul, óxido o ciruela suman elegancia, como son el blanco y negro que distinguen. Si bien las líneas deportivas, frecuentemente, se identifican por el “ruido visual” (muchos colores simultáneos), las corrientes actuales muestran mayor sobriedad cromática, que permite valorar el producto también por sus líneas y formas.
