Como resultado del aislamiento social, Calçados BIBI se organizó rápidamente para cumplir con los requisitos de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y otorgó 20 días de vacaciones colectivas a los empleados de las dos fábricas situadas en Parobé/RS, además de trabajar online con un equipo administrativo reducido.
Las 121 tiendas de la cadena repartidas en diferentes estados brasileños también fueron cerradas. Durante este período, la dirección de la empresa trabajó para evaluar los impactos, promovió la donación de calzados a comunidades desfavorecidas, invirtió en la producción de máscaras para sus empleados y se convirtió en el impulsor del manifiesto "No Despida", referido a no prescindir de trabajadores. Después de este período y de un análisis meticuloso, la empresa anunció desde el 13 de abril, la reanudación de las fábricas con un horario reducido.
En las próximas semanas, la compañía también trabajará con un cronograma para la apertura de puntos de operación de retail, siguiendo las normas de cada ciudad o estado donde se encuentran las unidades. Además de tomar todas las previsiones, BIBI continuará operando en el mercado a través del comercio electrónico, los servicios de entrega en todo Brasil y cumpliendo con los despachos al exterior. La grupo fabril seguirá todas las pautas de la OMS y las relacionadas con la pandemia, utilizando las medidas provisionales anunciadas por el Gobierno Federal para priorizar los empleos.
Entre las principales medidas preventivas que se adoptarán para los próximos 30 días, se pueden citar:
Con tales medidas, Calçados BIBI privilegia la salud de sus empleados y las personas que son parte de las comunidades donde opera la marca.