La temporada Primavera-Verano está marcada por la racionalidad y la energía positiva.
Es un reflejo de un mundo complejo, donde lo real y lo virtual; lo natural y artificial; lo lento y lo rápido; lo sostenible y lo frívolo interactúan entre sí.
Los conceptos binarios se vinculan y complementan para abordar de mejor manera, los cambios en los estilos de vida.
La estación invita a explorar campos desconocidos y apasionantes, con una aguda observación de la naturaleza en todas sus profundidades y microcosmos, hasta el estudio de espacios imaginarios e intangibles de realidades aumentadas y virtuales.
La conexión entre naturaleza y tecnología servirá como referencia estética, herramienta creativa indispensable e innovadora para el desarrollo de productos.
Será la búsqueda de equilibrio entre un proceso de diseño virtuoso y el lujo de la moda.
Sin perder su esencia: con máxima riqueza visual y táctil.
También como en las pieles y cueros estos materiales exploran nuevas opciones estéticas, sorprendiendo visualmente y en el tacto.
La propuesta se caracteriza por su diversidad, y cobra protagonismo la trazabilidad de los productos. Los procesos eco-responsables están en expansión. Existen mayores controles desde las materias primas hasta los productos finales.
Además de algodones orgánicos, poliésteres reciclados y linos, muchos tejidos muestran toques de viscosa y lyocell, fibra sintética creada a partir de la celulosa, totalmente biodegradable. Esta composición permite obtener superficies muy suaves, elásticas y agradables al tacto.
La fluidez sensitiva, con mayor suavidad y lujo, se aprecia en distintas sedas, muchas de ellas elaboradas con cupro -fibra orgánica- de tacto superior. Acabados aterciopelados y superficies resbaladizas son frecuentes.
Los colores brillan alegremente a través de reflejos acuosos.
Hay estampados con fantasías bucólicas, originadas en flores de campo y el mundo vegetal.
La paleta cromática para la próxima Primavera-Verano revela una delicada alianza entre colores cálidos y fríos, con matices frescos, íntimos y conmovedores. Es una invitación a explorar las profundidades de la naturaleza y la inmensidad del mundo digital.
La propuesta se distingue por la convivencia de distintas tonalidades: colores fuertes, clásicos y vigorosos, alternan con opciones pigmentadas muy sensibles, sobrias y elegantes. Se exalta el aspecto material de los colores, extraídos de la tierra y el mundo vegetal. Son tonos que trascienden las estaciones y se entrelazan con un universo orgánico, flexible y sofisticado.
La sustentabilidad en el color se expresa mediante nuevas gamas de pasteles, ligeros y austeros, desarrollados en escala industrial, a partir de tintas de algas y tés.