La 5ª edición del Foro Internacional del Calzado -IFF- organizado por la CEC, se realizó virtualmente y reunió a 25 asociaciones de 24 países de todo el mundo para discutir los desafíos comunes actuales para la industria del calzado.
Los posibles caminos para lograr la recuperación de la industria de la crisis de COVID-19 fueron, por supuesto, el centro de atención en el Foro de este año.
Como dijo el presidente de la entidad, Luis Onofre, en su discurso de apertura, “hoy estamos aquí en busca de inspiración: ¿cómo podemos ayudar a mejorar nuestra industria para sobrevivir y progresar en esta nueva realidad?”.
Dos oradores de alto nivel presentaron sus puntos de vista sobre las mejores estrategias para restaurar el crecimiento y establecieron elementos clave que se espera contribuyan a la recuperación.
Por una parte, Denis Redonnet, director general adjunto y director de aplicación comercial de la DG Comercio de la Comisión Europea, insistió en el papel del comercio abierto y basado en normas que apuntalen la recuperación económica.
Por otro lado, Achim Berg, socio senior y líder global del grupo de ropa, moda y lujo de McKinsey, destacó los fuertes cambios provocados por la crisis y cómo incidieron las interrupciones en la cadena de suministro y el comportamiento del consumidor, que han modificado las reglas de juego para tener éxito duradero.
A su turno, Denis Redonnet destacó la importancia de no ceder a la tentación del proteccionismo. Insistió en comprometerse con socios globales para garantizar la igualdad de condiciones y apoyar un sistema basado en un comercio abierto sobre reglas claras. “Tal como señaló el Sr. Onofre en su discurso de apertura”, dijo el disertante, “las medidas de protección, a menudo descriptas como una forma de proteger a las industrias nacionales de la crisis económica, realmente dan como resultado empresas menos competitivas a mediano y largo plazo. La apertura y las normas claras serán beneficiosas para todas las industrias de la UE y del mundo donde haya una integración global de las cadenas de suministro”.
Seguidamente subrayó que la política comercial debe estar bien adaptada a los nuevos desafíos que surgieron de la crisis. El comercio jugará un papel importante en la recuperación, pero solo si su enfoque y los acuerdos que lo sustentan se modernizan y se adaptan mejor a la nueva realidad.
Achim Berg presentó las conclusiones clave del estudio The Business of Fashion / McKinsey Co. “The State of Fashion 2021”. Hizo hincapié en lo devastador que había sido 2020 para la industria de la moda, con las ganancias económicas totales un 93% por debajo de los niveles de 2019. Además de las menores ganancias y el crecimiento obstaculizado, la crisis de COVID-19 provocará cambios profundos en la demanda y comportamiento del consumidor, además en los modelos del comercio minorista. Como señaló Berg, “el manual para tener éxito ha cambiado para siempre” porque la crisis ha interrumpido la cadena de suministro de la moda, desde el abastecimiento hasta la economía de la tienda.
“Sin embargo, no todo está perdido para la industria de la moda en un mundo posterior al COVID-19: el comercio electrónico y digital están creando nuevas oportunidades para establecer estrategias digitales eficientes y atraer a nuevos consumidores, la sostenibilidad está ganando impulso y se está volviendo económicamente atractiva, y las empresas competitivas tienen una oportunidad para acceder a cuotas de mercado de sus pares y expandir sus operaciones”.
Recomendó que los ejecutivos de la moda respondan de forma rápida y consciente a la gestión de riesgos, ya que "las decisiones que se tomen hoy darán forma al futuro de los actores de la industria", concluyó.
“Los participantes del IFF buscaron inspirarse para ayudar a las empresas de calzado a superar la crisis y avanzar en esta nueva realidad. Lo que surgió de esta quinta edición es la relevancia del comercio en la recuperación y la necesidad de responder a medidas proteccionistas torpes acordando reglas claras con socios globales para nivelar el campo de juego. Las empresas deben comprender las oportunidades de la digitalización y los modelos de negocios sostenibles y buscar de forma proactiva financiación pública para realizar las inversiones necesarias. Esta prolongada crisis ha tenido un profundo impacto en la vida de las personas y las empresas que deben adaptarse a una nueva realidad. Uno no debe retroceder ante la idea de cambio, sino abrazarlo para poder convertir el desafío en una oportunidad”, expresó el comunicado de prensa de la Confederación Europea del Calzado.
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