Mauro Pallone -gerente de la Cámara Industrial de Manufacturas del Cuero y Afines (CIMA)- afirmó que diversos factores impactaron en la cantidad de la fuerza laboral capacitada disponible, entre ellos, trabajadores extranjeros que retornaron a sus países de origen, la desaceleración en la capacidad productiva en el periodo 2016-2019, y el cambio de actividad o retiro de la mano de obra, en el marco de la pandemia.
El dirigente también detalló, a inicios de diciembre pasado, que diversas industrias se encontraban con su capacidad instalada al tope, pero la escasez de mano de obra no hacía factible ampliar la producción. Al respecto, desde CIMA prevén la capacitación de alrededor de 600 interesados para 2023, gracias a la puesta en marcha de una escuela.
“Formar en este tipo de actividades intensivas, requiere una curva de aprendizaje de al menos nueve meses, para generar ciertas destrezas y acumulación de años para tener la velocidad que se necesita”, aseguró Pallone.