En estos polos productores de calzados que reúnen en conjunto aproximadamente a 500 establecimientos, mediante protocolos y según fuentes industriales, se calcula que el 70% reanudaron sus tareas, con un 60% de su capacidad productiva. Dichas fábricas están atravesando problemas financieros y laborales, en un entorno de demanda restringida, cortes en la cadena de pagos y cierre de puntos de ventas.
A esto se suma, la escasez de materiales y componentes, que depende de la actividad de proveedores de Buenos Aires y aledaños.