Por la continua escalada de precios en los calzados, dentro de un marco altamente inflacionario, y la consecuente y pronunciada pérdida de poder adquisitivo de la población, a causa de la grave crisis política y económica, los consumidores argentinos buscan alternativas para continuar dignamente calzados.
Es así, que imprevistamente ha resurgido la actividad del tradicional “zapatero”, “remendón” o “composturero”, que habitualmente se dedica a la reparación de calzados. La mayoría de los consultados, ratificaron un fuerte incremento de sus servicios, llegando a casos donde se ha duplicado el volumen de clientes y trabajos.
También coinciden, en que los cambios de hábitos, que han generado un mayor consumo de productos informales o sport, frente al calzado formal, han disparado la solicitud por más arreglos de zapatillas en materiales sintéticos y textiles, que calzados de cueros.
En este contexto, no se vislumbra a corto plazo, una mejoría en el consumo de calzados, que decididamente está estancado, y en algunas líneas con bajas significativas. Por parte del sector fabricante, continúa la espera de definiciones en materia económica, que a la postre estarán pendientes de la recomposición salarial que reactive el consumo.
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