Los principales polos zapateros de Brasil dan cuenta semanalmente de importantes bajas en los planteles de las fábricas de calzados. El origen es la crisis sanitaria derivada del coronavirus que ha ocasionado el confinamiento de las familias, la inmovilidad social, la disminución en el consumo de indumentaria y el cierre generalizado de los puntos de ventas. Como consecuencia, las fábricas de calzados no reciben pedidos y se paralizan las producciones.
Hay excepciones, en establecimientos que comercializan por internet, aumentan stocks, o realizan puntuales exportaciones.
Según fuentes de ABICALÇADOS, la entidad que agrupa a las industrias de calzados de todo el país, en una semana la cantidad de trabajadores despedidos, pasó de 15 a 17 mil.
Recientemente el presidente ejecutivo de la asociación, Haroldo Ferreira, estimó una baja en el sector entre el 25 y 30% para el primer semestre del año. “Hasta que el comercio no vuelva a vender y sin nuevos pedidos, las fábricas no producirán”, señaló.
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