Se trata de BOTTERO, uno de los mayores fabricantes de calzados femeninos de cuero de Brasil, con sede en Rio Grande do Sul, cerró 4 plantas industriales en distintos puntos del país y despidió a 630 operarios. No obstante, la fábrica mantiene 2.400 trabajadores en otras 14 fábricas que aún posee en todo el territorio nacional.
La producción anual estimada de la empresa es de 5 millones de pares, de los cuales el 90% es destinado al mercado interno.
De acuerdo a declaraciones de los directivos, la medida se tomó ante “un escenario económico donde no se vislumbra una mejora clara, para preservar la salud de la empresa”.
Según Heitor Klein, presidente ejecutivo de ABICALÇADOS, la entidad que nuclea a las industrias brasileñas de calzados, la decisión de la empresa es comprensible por la situación del mercado y “llama la atención el gran número de personas despedidas”.
“Estoy informado que BOTTERO, en los últimos meses procuró mantener el plantel de personal, pero llegó a un límite”.
También agregó que en los últimos 18 meses el sector perdió 35 mil puestos de trabajo.
“Las compañías no tienen cómo mantener la mano de obra ociosa, con la baja de pedido”, afirmó.