Representantes de la industria del calzado de Argentina, Brasil, Colombia, Chile, Ecuador, Guatemala, México, Paraguay, Uruguay y Venezuela, en declaración conjunta, expresaron su compromiso con el cuidado de la salud ante el impacto de COVID-19.
Asimismo, hicieron llegar a sus respectivos gobiernos la gran preocupación existente en el sector por las consecuencias de la crisis sanitaria, la sustentabilidad de las empresas, los puestos de trabajo y la cadena de valor. En tal sentido, se pusieron a disposición de las autoridades, para generar estrategias de reinserción a la normalidad y diseñar medidas de defensa comercial para contener el ingreso de calzado de Oriente.
En uno de sus párrafos señala que “la industria latinoamericana del calzado se encuentra cumpliendo estrictamente el aislamiento preventivo establecido por las autoridades de cada uno de los países” y “de este modo, la fabricación, la distribución y la comercialización de calzado hoy se encuentran completamente paralizadas”.
“Es central en todos nuestros países, el apoyo que cada Estado asigne a preservar las inversiones, la capacidad productiva y los empleos del sector en estas épocas en que sólo se contabilizarán egresos. En tanto, estas políticas internas compensen la falta de ingresos para los fabricantes, quisiéramos dejar sentada nuestra preocupación frente a la capacidad de daño que la producción de calzado de Oriente generará a nuestro golpeado entramado productivo”.
Esta última consideración se basa en el reciente Reporte de Perspectivas Económicas Mundiales -WEO- del Fondo Monetario Internacional sobre las consecuencias del COVID-19 en la economía global, donde se publican datos proyectados sobre su evolución y la distintas performances por países y regiones. En ese sentido, las cifras para Asia Emergente son mucho más positivas que para América Latina.
Por tal motivo, la declaración de las Cámaras de Calzado de la región señala que “es imprescindible avanzar con el desarrollo de medidas transitorias coordinadas a nivel regional como la aplicación de salvaguardia, dumping y/o todas aquellas necesarias que nos permitan mitigar el difícil momento que atravesaremos”.
Al final del documento, figura la nómina de los representantes de los países adherentes y sus entidades.