“Fue una cuestión muy compleja que afectó y aún afecta a la industria. Los centros de producción mundial, por cuestiones sanitarias y de logística, bajaron sus volúmenes, lo que trajo aparejada la escasez y el aumento de precios. Un caso específico fue el del PVC, un insumo de generalizado uso en calzado, que antes de la pandemia costaba 900 dólares la tonelada, y en plena pandemia pasó a 2.000 dólares. Así, los fabricantes, obligatoriamente, debieron trasladar esos incrementos a sus productos, incluso algunos no pudieron cumplir con sus compromisos por la falta de materias primas. Lo mismo ocurrió con otros insumos como el PU y EVA. Se aguarda que con el paso del tiempo se vayan estabilizando los precios”.
“Por otra parte, la escasez de cueros también se agudizó a causa del aumento de las exportaciones en estado fresco o wet-blue a China e Italia, disminuyendo la disponibilidad para las curtiembres y fábricas locales. La situación se torna más grave por el crecimiento de las exportaciones de ganado en pie, y la baja en la faena”.
“Otro factor que influyó en la producción de manufacturas fueron los fuertes aumentos en transporte. Se registraron subas entre 400% y 500% en los fletes de contenedores, que impactaron fuertemente en los precios de los productos finales. Todo en su conjunto, mayores costos y escasez, resintieron la oferta de calzados que fue superada por la demanda”.
Mano de obra
“Existen dificultades para conseguir mano de obra capacitada para la industria de las manufacturas. El fenómeno aquí en Colombia, es que mucha gente empleada en fábricas, después de la pandemia, no retornó a sus originales lugares de trabajo y decidió instalar sus propios emprendimientos de manera informal. Gran parte de este circuito se dedica a la fabricación de copias de productos de marcas internacionales, como NIKE, ADIDAS, etc.”
“Ante esta problemática, consultamos al SENA -Servicio Nacional de Aprendizaje y Empleo- y allí nos dijeron que el sector dejó de ser atractivo para los jóvenes. Que hay un cambio generacional que desea tener otro tipo de empleo. A esto se agrega que la oferta para capacitación es insuficiente y hay poca gente dedicada a la formación”.
“Sabemos de empresarios que han salido a la búsqueda de personal en barrios populares”.