Según datos revelados por la presidenta de la Cámara Nacional de Calzado -CALTU-, Lilia Villavicencio, a mediados de Agosto, la elaboración de calzados en la provincia de Tungurahua, principal zona productora en Ecuador, cayó un 80%, comparado con el mismo periodo del año pasado.
Esta tendencia se vio agravada por una disminución en las ventas de tiendas y comercios del 90%. Todo como resultado de la crisis sanitaria por coronavirus.
Tungurahua, su capital Ambato y aledaños, conforman el mayor polo productor de calzados en el centro del país, equidistante a poco más de 100 kms. de Quito y Guayaquil. Según fuentes industriales, de una producción aproximada de 30 millones de pares anuales, la provincia de Tungurahua es responsable por el 60% de ese total.
Las consecuencias de la pandemia en el país, y en particular en este sector industrial han sido nefastas, pues han ocasionado cierres de talleres y fábricas, pérdidas de empleos, deterioro económico generalizado e incertidumbre ante un futuro poco predecible.
Según la máxima autoridad de los zapateros “actualmente la ciudadanía está priorizando gastos y su dinero se destina únicamente a alimentación y salud, la compra de artículos como calzados está relegada a segundo plano”.
Lilia Villavicencio también agregó que a través de la Cámara se están desarrollando capacitaciones y talleres para productores con el ánimo de incentivar su recuperación, en base a la innovación y a la búsqueda de nuevos mercados.
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