La compañía propietaria de la popular marca británica de botas HUNTER, se vió obligada a pedir proceso judicial de administración (bancarrota), debido a la abultada cifra adeudada a sus acreedores que ronda los US$ 146 millones.
Los problemas de la cadena de suministro relacionados con la pandemia, el Brexit y la inflación, influyeron notablemente. Sin embargo, la empresa atribuyó en gran medida la disminución de la demanda al clima inusualmente cálido en su mercado más grande: Estados Unidos.
Otro motivo, según muchos de sus clientes, fue la deslocalización de la producción a China, donde fueron insuficientes los controles de calidad, permitiendo la llegada de muchos productos irregulares y fallados.
No obstante, antes de la solicitud de bancarrota, medios de prensa informaron que la marca HUNTER había sido vendida al grupo estadounidense Authentic Brands Group -ABG- para que continuara con el desarrollo, producción y comercialización. Entre su cartera de gestión, posee marcas como REEBOK, TED BAKER, PRINCE, NINE WEST, NAUTICA y AIRWALK.
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