José Abugaber -presidente de CONCAMIN-, aseguró que el tipo de cambio entre el peso mexicano y el dólar incide negativamente en la actividad productiva mexicana. En este sentido, el “super peso” afecta a la competitividad, sobre todo de industrias sensibles como el calzado, textil y vestido.
También existe preocupación por parte de los empresarios, ante el posible incremento de las importaciones de las cadenas comerciales. Una vez más, la competitividad se vería en dificultades, ante el menor costo por el ingreso de productos foráneos. Para los productores locales, esta situación viene acompañada de complicaciones en logística y la inflación.
A mediados de mayo pasado, el dirigente señaló que podría existir un panorama más complejo si la disparidad cambiaria persiste.