Hijo de José De Vito, un inmigrante italiano arribado a Argentina en 1954, Fernando De Vito fue elegido en Octubre de 2019 como nuevo presidente de la Cámara de la Industria del Calzado de Buenos Aires. Con 51 años, acompañó las distintas etapas de su empresa familiar -Calzados FERLI- y tuvo la oportunidad de conocer profundamente el oficio de hacer zapatos.
“En 1984 realicé el curso de modelista y técnico de calzado en el Instituto San Crispín, y a los 23 años me recibí de contador público en la Universidad de Buenos Aires -UBA-.
Con esta formación seguí en la fábrica, y con la experiencia de mi padre, logramos llevar a cabo un sostenido crecimiento que nos permitió ampliar el área fabril, implementando diversas reformas edilicias, administrativas, tecnológicas y productivas que nos han consolidado en el mercado”.
“Mi actividad institucional, comenzó a los 23 años cuando fui protesorero de la Cámara por 4 años, en los periodos de los presidentes José Gravagna y José López. Con el ingreso de Alberto Sellaro ocupé los cargos de vocal y vicepresidente 2º hasta que finalmente llegué a la presidencia. Una de las condiciones para ejercer el puesto, fue la permanencia de Sellaro en la comisión directiva, con quien tengo muy buena relación y valoro mucho su aporte por la experiencia y trayectoria al frente de la institución”.
“La Cámara no hace política, la Cámara y el sector dependen de la política nacional y dentro de ese marco debemos velar por los intereses de nuestros asociados. La crisis de los últimos años ha sido porque nuestra industria es muy sensible, tiene mano de obra intensiva y fue afectada directamente por la baja del consumo, la presión impositiva y la inflación. Si la economía se normaliza, nuestro sector se recompondrá inmediatamente”.
“Creo que viene un tiempo de mayor demanda de mano de obra, dependiendo de las medidas de política económica del nuevo gobierno. La cuestión es mantener el control sobre las importaciones y un tipo de cambio relativamente alto, equiparado a la inflación, con lo cual naturalmente vamos a ser más competitivos. Está probado que el aumento de la presión impositiva, la depresión del consumo, las altas tasas de interés, la inflación y la volatilidad del tipo de cambio son factores que atentan contra la competitividad”.
“El ordenamiento de la macroeconomía es fundamental para la competitividad de un país. Para ello es indispensable que la política monetaria, cambiaria y fiscal funcionen coordinada y mancomunadamente. La política monetaria tiene que ver con la inflación y las tasas de interés, con un Banco Central independiente que maneje la emisión monetaria. La política cambiaria significa que debemos tener un tipo de cambio acorde a la competitividad del país, y la política fiscal es la que debe manejar el Ministerio de Economía implementando aquello de que ‘no podemos gastar más de lo que ingresa’. Si esto sucede, el Estado obligatoriamente debe recaudar y en consecuencia debe incrementar la presión impositiva. Esto es lo que ha pasado históricamente en nuestro país y esperamos que en esta oportunidad se revierta”.
Respecto al mercado internacional señaló que “aunque se declame el libre comercio hay numerosas medidas para-arancelarias que modifican ese concepto. En el caso de las importaciones de calzado en Argentina tenemos que implementar una apertura inteligente: debe entrar el zapato que necesitamos o no fabricamos, no un ingreso indiscriminado. Creo que si tenemos una macroeconomía ordenada, con un tipo de cambio real, naturalmente tendremos barreras de contención. Algo de esto ha pasado con la disminución de las compras a Brasil, donde el tipo de cambio estableció precios altos para los productos brasileños, con el agravante de las bajas reservas del Banco Central que dificultaron los giros de divisas al exterior”.
“En lo inmediato, dependiendo de los lineamientos del nuevo Gobierno Nacional en materia de política económica, aspiramos a recuperar el mercado interno y crecer en productividad, y en la medida que podamos proyectar el largo plazo, proseguiremos con los planes de llevar la oferta de calzado argentino al mercado internacional. Primeramente lo haremos en la región, como lo hicimos el año anterior con misiones comerciales a Chile, Perú y Colombia, y luego llevaremos nuestra oferta a mercados más distantes. En Febrero 2020, nuevamente un grupo de fabricantes argentinos de calzados participará con stand propio en MICAM, la mayor feria internacional del sector que se llevará a cabo en Milán, Italia, con la concurrencia de compradores de todo el mundo”.
“Somos conscientes que ante un cambio en las condiciones de mercado, necesitaremos de suficiente mano de obra calificada, que en los últimos años vio disminuida su oferta por la baja de la actividad. En este aspecto, queremos activar el rubro capacitación a través de CEFOTECA, el Centro de Formación Técnica en Calzado que compartimos con el INTI, a fin de promover un mayor interés por la especialidad y contar con buena disponibilidad de mano de obra capacitada”.