Hace más de 60 años se desarrolló el primer sistema de control numérico, que luego se convirtió en Diseño Asistido por Computadora o CAD, revolucionando la ingeniería, la arquitectura y todo el entorno de producción.
Inicialmente, el CAD era mucho más avanzado que las computadoras que se suponía que lo hacían funcionar, por lo que el lápiz y el papel seguirían siendo herramientas fundamentales durante otros 30 años: pero el futuro ya estaba bien definido y el éxito del CAD transformaría todos los sectores industriales. En el sector del calzado hemos observado bien este fenómeno.
Con la introducción de los primeros CAD de modelado 2D y posteriores 3D, en la prensa especializada de la época ya se presentaba la revolución del sector, lo que dificultó comprender realmente cuál era el mayor desarrollo en la industria.
Esta breve introducción nos permite entender con más detenimiento lo que ocurre hoy en día en el campo de la “automatización e interconexión”, uno de los temas más actuales, junto con la “sostenibilidad” y la “flexibilidad productiva”, que se mostrarán en la próxima feria internacional SIMAC TANNING TECH en Milán-Rho.
Las tecnologías están listas y han demostrado todo su potencial. Las áreas de aplicación se refieren a la trazabilidad, la recopilación de macrodatos y la inteligencia artificial. Sin entrar en detalles y características, son numerosos los ejemplos en funcionamiento en curtidurías, fábricas de calzado y marroquinería, instaladas por proveedores de tecnología que siempre han estado atentos a la innovación y transformación industrial.
Pero desde cierto punto de vista, todavía vemos confusión. En otras palabras, todos somos conscientes de que el futuro de los procesos productivos interconectados ya está definido, pero no siempre actuamos de forma racional y explotando el verdadero potencial de las tecnologías disponibles.
¿Cuáles son las causas?
En nuestra opinión, las grandes transformaciones tecnológicas requieren un fuerte trabajo en equipo entre los distintos actores de la cadena de proveedores, que desempeñan su papel y compiten por un único objetivo. Es por eso que aquellas innovaciones destinadas a transformar más sectores, encuentran terreno fértil para desarrollarse rápidamente en algunas empresas, mientras que en otras los cambios enfrentan dificultades. Sabemos, que a veces resulta difícil “jugar con las cartas abiertas” dentro de la cadena de la moda y las tendencias estilísticas.
Si a este complejo escenario le sumamos la pandemia y el cambio que ha traído en nuestra forma de vivir, producir y comunicar, corremos el grave riesgo de perder el rumbo y seguir las modas o transformaciones tecnológicas poco eficaces.
Los fabricantes de máquinas registran una demanda creciente de los clientes para “interconectarse”. A menudo, es conveniente interactuar con el ingeniero de software que implementa el sistema de gestión en la empresa cliente y analizar y discutir qué estándar de comunicación utilizar, a qué parámetros acceder y cuáles modificar.
Pero atención, porque en realidad no estamos dando respuesta a las preguntas de fondo del problema:
¿Qué tipo de información queremos? ¿Cuáles son nuestras necesidades?
Es con estas preguntas sobre la mesa que el proveedor de tecnología y el usuario deberán encontrarse para elegir la solución de planta más adecuada y planificar los pasos de actualización de los procesos productivos. A partir de aquí, cada uno colabora en sus propias habilidades y know-how - conocimiento de la maquinaria y conocimiento del producto semiacabado - y cada uno en sus respectivas acciones.
Tenemos la oportunidad de reinventarnos, de abrir nuestras empresas a la revolución digital donde el control y gestión de los “datos” de procesos aumentan la automatización industrial y alimentan la Inteligencia Artificial.
Algunos ya han avanzado por este camino, otros corren el riesgo de quedar excluidos.