INFORMACIÓN DE MODA, TECNOLOGÍA Y MERCADOS PARA LA INDUSTRIA DEL CALZADO
NOTICIAS | TÉCNICAS
TÉCNICAS | 08/08/2022

Relación pie-calzado

Recomendaciones a tener en cuenta a la hora de planificar y elegir el calzado adecuado.


En calzados femeninos, a medida que aumenta la altura de los tacones, es mayor el peso corporal que recae sobre el metatarso.
Si bien el calzado originalmente era apenas un elemento de protección, con el pasar de los tiempos, se transformó en un objeto de moda, placer, status y desempeño.

En busca de mayor valor estético y por los dictados de la moda, muchas veces los consumidores se han sometido al uso de calzados inadecuados que desprecian las reglas básicas de la fisiología, de la anatomía y de la mecánica del pie. El secreto de un buen calzado es armonizar moda, salud y confort.

Entre los principales errores que suelen ocurrir en la concepción de un calzado, y en su elección por parte del consumidor (sobre todo femenino), podemos citar los siguientes:

Calzados con puntas muy finas


Pueden ocasionar serios problemas de deformación en los huesos y nervios de los pies, ya que no respetan la conformación natural de los dedos. Así, la presión que reciben el dedo mayor y menor en esa región, hace que ambos empujen a los demás dedos hacia adentro, favoreciendo la aparición de juanetes y otras dolencias. La dificultad se agrava cuando el calzado tiene tacón alto, y el pie tiende a desplazarse hacia delante, apretando aún más a los dedos.

Calzado con tacones muy altos


Son responsables por dolores en la parte delantera del pie y serios problemas en la columna vertebral. Es una cuestión de distribución de peso del cuerpo sobre el pie. Usando un calzado normal con taco de 2-3 cm. de altura, la distribución del peso en la parte delantera y posterior es equilibrada, mientras que a medida que aumenta la altura del tacón el mayor peso lo soporta la parte delantera, en el metatarso. En este caso, para compensar el traslado del centro de gravedad normal del cuerpo para adelante -cuando se usan tacones muy altos-, las mujeres curvan la columna lumbar para atrás, alterando artificialmente la postura.

Calzados muy cortos


Impiden el natural desplazamiento que debe tener el pie dentro del calzado. En cada paso, los dedos se trasladan hacia delante, en dirección a la punta, y el pie necesita de un espacio entre 8 y 10 mm. para que los dedos no sean comprimidos al caminar. Este tema es muy importante para la planificación del calzado infantil, ya que los niños por tener el pie constituido por cartílagos, soportan presiones sin sentir dolor. A medida que los pies infantiles crecen, los cartílagos se van osificando, en un proceso que se completa a los 14-15 años de edad.

Calzados muy estrechos y holgados

En el primer caso, comprimen los vasos sanguíneos y pueden ocasionar problemas circulatorios, falta de aireación al pie y lesiones en la piel. En los holgados o grandes se producen múltiples fricciones, provocando la aparición de ampollas.

Calzados con suelas muy flexibles y rígidas

En las primeras, pueden favorecer torsiones en el pie, quitan protección y contención, principalmente en niños. Por el contrario, las suelas excesivamente duras o rígidas no consiguen amortiguar el contacto del pie con el suelo al caminar, además de dificultar la flexión normal en la región metatarsiana, y quitar estabilidad. En los calzados infantiles, las suelas duras debilitan la musculatura del pie.

Calzados con materiales demasiados impermeables

No permiten la necesaria transpiración del pie, causando inflamaciones y dolencias en la piel en general, como pie de atleta, irritaciones, eczemas y la aparición de olores desagradables. La impermeabilización del calzado se justifica para actividades específicas, como acuáticas o pluviales.


Fuente: Manual O Sapato/Miriam Mylius/Brasil

.​

​¿Tienes información para compartir?

Participa con tu contenido en SERMA.NET y en nuestra edición impresa.
¡Es la oportunidad para llegar a tus clientes!
¡Escríbenos! marketing@serma.net