La marca de artículos deportivos fundada en 1970 en la ciudad de São Paulo, 100% de capitales brasileños, con larga trayectoria en su propio mercado, en diversos países de América Latina y presencia en los 5 continentes, tomó la decisión de producir nuevamente en Argentina.
En su anterior periodo, había ingresado al mercado argentino en 1998, donde logró un buen crecimiento, pero en diciembre de 2018 tuvo que cerrar sus fábricas a causa de la apertura importadora.
Según Emerson Shiromaru, presidente de PENALTY Argentina, "nuestro objetivo es impulsar la producción nacional mediante, ensamble de partes y componentes, como suelas y capelladas, como así también productos terminados 100% nacionales orientados al calzado e indumentaria. Nuestro retorno es apostando a la industria nacional y generando mano de obra y puestos de trabajo, tanto en la industria como así también en los comercios de todo el país. Estamos muy contentos de anunciar el regreso de la producción en el país, hemos sido muy bien recibidos y tuvimos un gran apoyo para la viabilidad de este proyecto por parte de la Secretaría de Industria y el Ministerio de Producción de la Nación. Estamos muy confiados porque la relación del público argentino con el deporte es de una intensidad y pasión difícil de encontrar, y es uno de los grandes factores que motivan la participación de nuestra empresa en el país. La cultura de los argentinos por el deporte es muy similar a la nuestra, ya que son muy apasionados por los deportes de equipo, lo que hace que PENALTY tenga una visión muy positiva del trabajo en la región".
“Estamos muy contentos de anunciar el regreso de la producción en el país. Este logro es el resultado de nuestra alineación con el gobierno argentino, representado por Daniel Scioli, embajador de Argentina en Brasil, quien fue muy receptivo y ha brindado un gran apoyo para la viabilidad de este proyecto, y para el desarrollo y crecimiento económico entre ambos países." Agregó el ejecutivo brasileño, presidente de PENALTY Argentina.
La producción inicial será de 15.000 pares de botines de fútbol mensuales, en la planta industrial de BICONTINENTAR en Chivilcoy, provincia de Buenos Aires, mientras que la indumentaria será fabricada en dos unidades en el barrio de Agronomía y Olivos, Buenos Aires. La puesta en marcha de la actividad significa la incorporación de 150 puestos de trabajo iniciales, con una perspectiva de mayor demanda de mano de obra a mediano plazo para aumentar producciones, según la evolución del consumo.
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